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Autores: Gustavo Herrera Dublán y colaboradores. 2018©

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lunes, 14 de julio de 2014

Recuperación del Magnetrón en hornos de microondas.



PRESENTACIÓN

En comparación con otros componentes, el Magnetrón es el dispositivo que se daña con más frecuencia en hornos de microondas. Para el técnico y su cliente, el indicio de un Magnetrón averiado puede resultar una noticia poco grata.

El reparador frecuente, tiene muy presente que todo presupuesto de servicio que se aproxime a el 50% del precio total de un aparato, difícilmente será admitido por quien lo solicita.  En cuanto al servicio en hornos de microondas, el reemplazo de un Magnetrón, es vivo ejemplo. Para abundar acerca del tema, pongamos en consideración el asunto de los hornos de microondas con Sistema Inverter fabricados por Panasonic

Por lo común, un Sistema Inverter, trabaja con un Magnetrón 2M236. Aunque parezca increíble y salvo que se consiga de medio uso, el precio de dicha unidad es muy aproximado al costo total de un horno de microondas nuevo. Si de buscar una solución factible se trata,  la comunidad de reparadores considera la imposibilidad de sustituir un Magnetrón tipo 2M236 por uno ordinario, a continuación las razones:

Un horno de microondas de tecnología Inverter se alimenta con una tensión de 120 V.C.A. a una frecuencia de 60 Hz. A diferencia de un sistema ordinario, éste circuito vanguardista entrega a su salida un incremento de tensión de alrededor de 4 000 volts y a un rango de frecuencia que va de los 20 Khz a los 40 Khz.  La frecuencia de operación variará en acuerdo a la potencia de calentamiento elegida por el usuario y por tanto, el suministro de tensión en el cátodo del Magnetrón tomará la misma variación.  Recordemos que el filamento en un Magnetrón, funciona también como cátodo del tubo.

Por lo anterior, resulta inútil sustituir un Magnetrón 2M236 por uno ordinario. De persistir en el intento, se verá que un Sistema Inverter de Panasonic, sólo trabajará 3 ó 4 segundos y luego detendrá su marcha.  El tiempo de trabajo es breve pero suficiente para que el circuito de Monitoreo establezca comunicación con el Sistema de Control y se inhabilite el Sistema en General.  ¿Por qué sucede esto?

Es conveniente recordar que un Magnetrón Ordinario, no sólo trabaja a una frecuencia muy baja (50 ó 60 Hz) sino que además, es fija.  Por tanto, este tipo de unidad, sólo funciona en hornos de microondas aprovisionados del Sistema de Alto Voltaje tradicional, es decir, en aquellos que emplean el voluminoso y pesado transformador de alta tensión.

Para colmo de males, hay que destacar que en la actualidad, ciertos magnetrones ordinarios –como por ejemplo el 2M-210- ostentan precios tan elevados que impiden al reparador ofrecer a su cliente un precio de reparación razonable.

Por las razones ya explicadas, a continuación se exponen los casos en que es factible recuperar un Magnetrón. 

Antes ofrecer al cliente un trabajo tan particular como éste, es importante que el técnico de servicio le exprese con claridad en qué consiste y además,  le indique las ventajas y desventajas habidas entre una y otra alternativa, sea recuperando el Magnetrón dañado o bien, sustituyéndolo por una unidad nueva.



Advertencia: El horno de microondas está considerado como el aparato más mortífero de todos los que existen en el hogar.  Por tanto, el usuario común y corriente deberá de abstenerse en practicar cualquier recomendación de servicio aquí descrita.

CONDICIÓN VÁLIDA EN LA RECUPERACIÓN DE MAGNETRONES

La condición válida para recuperar un Magnetrón, se establece a partir del estado del bulbo interno.  Si el bulbo interno se encuentra en corto-circuito, abierto en los filamentos o simplemente agotado por uso, no existe otro remedio que reemplazar la unidad completa.  Si el bulbo se encuentra en buenas condiciones, entonces sí es posible recuperar un Magnetrón.  Las posibilidades de reparación serán efectivas en la medida en que el técnico de servicio conserve entre sus pertenencias, todo magnetrón reemplazado durante el servicio y sin que importe la avería encontrada en cada uno de ellos. De tales unidades se echará mano para la obtención de partes.

REEMPLAZO DEL DOMO DE ANTENA

Una falla común en magnetrones acontece cuando el domo de su antena ha sufrido constantes arqueos de Alto Voltaje. En tal eventualidad, es factible reemplazar el domo de antena por uno de igual anatomía tomado de una unidad que tenga un desperfecto de carácter irreparable.

Antes de poner la unidad en marcha, es imperante resarcir las partes metálicas dañadas dentro y fuera de la guía de ondas utilizando pintura epóxica y enseguida, limpiando a conciencia toda la cavidad interna del horno de microondas; de otro modo y en breve tiempo, el fenómeno descrito volverá a tener acto de presencia.

En apariencia, el domo de la antena en Magnetrones parece fuertemente asido a ella.  Sin embargo, para quitarlo, es suficiente hacer una pequeña presión con los dedos y en movimientos circulares orientados hacia el exterior de la propia antena.  El domo que será instalado como reemplazo, se colocará de igual manera tomando cuidado en quitar de él toda partícula de grasa o suciedad antes de que la unidad se ponga en marcha.  En la práctica, un domo de reemplazo idéntico o muy parecido al original, se acopla a la antena del Magnetrón sin dificultad.

SUSTITUCIÓN DE IMANES

Otro menoscabo asociado en Magnetrones, consiste en el deterioro de los imanes que por la parte exterior, circundan el bulbo interno. Un calentamiento excesivo de la unidad, propiciará la rotura de cualquiera de éstas unidades. Un imán fracturado, disminuye ponderadamente el campo magnético hacia el bulbo.  El resultado, es una depreciación de la potencia de calentamiento.

  Cambio del imán superior.

Para cambiar el imán superior, sólo es necesario quitar la cubierta metálica próxima a la antena y que está asida a la caja del magnetrón mediante cuatro grapas unidas a presión. Consultar las dos imágenes superiores del lado izquierdo.

   Cambio del imán inferior.

El cambio del imán inferior, implica realizar un desarme total de la unidad continuando ahora con la remoción de la cubierta metálica inferior y así, tener a la vista el compartimento interno del cátodo y filamento del tubo.

Los extremos de las bobinas montadas en ferritas se cortarán aproximadamente a un centímetro de los pequeños tubos cilíndricos del conector del filamento.  El trabajo descrito, permitirá la extracción total del bulbo y su conjunto de aletas.  Al momento del armado, la unión de las terminales será posible mediante el empleo de estaño y una estación de soldar.


Enseguida, se retira el bulbo completo. De este modo, el acceso al imán inferior es posible aunque se debe tomar precaución con las aletas de disipación del propio bulbo las cuales, en caso de doblarse o moverse de su sitio, serán reacomodadas tal y como se encontraban al inicio.

Antes de cambiar cualquier imán, es importante asegurar que el sustituto se acomode en la misma posición que el anterior y de ésta forma, la fuerza magnética ejercida entre el imán superior y el inferior, quede debidamente garantizada.

   Precauciones adicionales.

Además de lo anterior, se guardará cierto cuidado en el manejo de ambas unidades porque a pesar de su peso extraordinario y aparente robustez, lo cierto es que se trata de elementos muy endebles. Una caída accidental de pocos centímetros hacia el suelo o desde la superficie de la mesa de trabajo, es bastante para que se fragmenten en más de dos partes. Incluso, hay que evitar la unión de una pieza con otra porque el choque violento e intempestivo producto de la atracción magnética, las podrá reducir a pedazos.

Conviene recordar también que este tipo de imán ejerce un campo magnético tan intenso como para producir daños serios si se coloca muy cerca de aparatos electrónicos: Un dispositivo móvil, alguna cámara digital o un televisor, por citar algunos ejemplos.

Si se ha reemplazado cualquier imán, ahora hay que tomar en cuenta que el armado apropiado del Magnetrón es una tarea que reviste la mayor importancia.  Aquélla unidad mal armada y floja, difícilmente funcionará y de hacerlo, se estropeará a los pocos minutos de uso.

REEMPLAZO DEL CONECTOR DEL FILAMENTO

La falla más común en Magnetrones, está vinculada a un problema de filamento que, también por razones de calentamiento excesivo, parece irse a Tierra, es decir, hacia la caja metálica de la unidad.  Esto significa que entre uno y otro punto, se descubre alguna continuidad que va expresada de unos cuantos ohms hasta cientos de miles de unidades. Vale la pena recordar que las pruebas de funcionamiento en un magnetrón ya fueron explicadas en este artículo.  

¿Cuáles son los síntomas característicos de mal funcionamiento en el momento en que alguno de los conectores del filamento se va a Tierra?

Al entrar en marcha y a cuenta del Transformador de Alto Voltaje, el  horno de microondas realiza un zumbido vibratorio y jamás calienta.  En casos severos, la unidad también echará humo.

Magnetrón dañado por un corto-circuito entre el filamento y Tierra.
Lo anterior se debe a la presencia de un corto-circuito producto de un daño acontecido en el par de capacitores de R.F. ubicados en el interior de la baquelita del conector exterior del filamento. Dichos elementos, son parte de un circuito resonante LC el cual, en condiciones naturales de funcionamiento, evita la interferencia de la energía de microondas hacia los receptores de radio y televisión cercanos a la unidad. Un extremo en ambos capacitores, va unido a la Tierra del conector del filamento.  Cada una de las terminales del lado opuesto, están conectadas a las terminales del propio filamento y bobinas del circuito LC.

Para eliminar el corto-circuito, es suficiente con quitar y reemplazar el conector exterior de baquelita siguiendo el procedimiento que a continuación se describe.

1. Con el auxilio de un destornillador plano y un martillo, dar algunos golpes firmes en los bordes exteriores de la cubierta metálica del compartimiento del filamento, hasta que ésta se desprenda por completo:



2. Cortar por su extremo superior las dos bobinas del circuito LC que van conectadas a las terminales del filamento en configuración serie:



3. Con la ayuda de un taladro aprovisionado de una broca para perforar metal, se horadará el interior de cada uno de los remaches que sirven para asir al conector exterior del filamento con la caja metálica.  Hay que asegurarse de que el diámetro de la broca, sea ligeramente mayor al diámetro de los orificios de cada remache.  El objetivo es abocardarlos hasta el punto en que éstos permitan remover la unidad dañada:



4. Antes de colocar un conector de filamento que se sepa en buen estado, conviene raspar los extremos de cobre tanto en las bobinas del circuito LC como en las propias terminales del filamento hasta quitar por completo la resina aislante.  Enseguida, con la ayuda de algunos tornillos de cuerda fina, se fija el conector de filamentos con la caja metálica:



5. Mediante el empleo de un cautín de 60 watts, se sueldan ambos extremos aplicando estaño en abundancia.  La soldadura a utilizar será preferentemente aquélla que no contiene plomo.  El grado de fusión de éste material, es mucho más alto al que posee la soldadura ordinaria de aleación 60/40.  El estaño y las partes unidas, serán recubiertos mediante la aplicación de laca o barniz industrial:



Terminado el trabajo de soldadura, lo último que queda es colocar de nueva cuenta la cubierta metálica sobre el compartimiento. De este modo, el Magnetrón volverá a funcionar como nuevo.

De acuerdo con J. Carlton Gallawa, autor de la obra literaria “The complete microwave oven service handbook, operation, maintenance, troubleshooting and repair”, la vida promedio de un Magnetrón, es de unas 2 000 horas.  Por tanto, una unidad recuperada funcionará por el tiempo que le quede de vida al bulbo interior, un periodo imposible de deducir.  Sin embargo…

2 000 horas de vida en un Magnetrón nuevo, equivalen a 120 000 minutos de funcionamiento efectivo. El dato indica que un Magnetrón podría funcionar por un periodo de 10 años a razón de 32 minutos de uso por día.  El fundamento por si mismo, le da amplio sentido a la opción de recuperar un Magnetrón cuyo bulbo interno se sabe intacto.  Sobre todo, si el horno falló a los 4 ó 5 años después de su compra, inclusive a los 7 u 8 años si se toma en consideración que treinta y dos minutos de uso diario resulta, hasta cierto punto, un acontecimiento desproporcionado.

A propósito del tema, es importante destacar que de unos diez años a la fecha y en franca preferencia del cliente, el Taller del Rincón de Soluciones TV realiza la recuperación de Magnetrones aplicando las técnicas aquí descritas y jamás ha tenido registro o noticia en cuanto a nuevos daños en ellos. 

Será por eso que en el campo de la práctica, la teoría de J. Carlton Gallawa acerca de la vida útil de un Magnetrón, resulte hasta hoy, inapelable.


¡Hasta la próxima!



martes, 1 de julio de 2014

Cambiar el Eeprom, praxis común en foros de Electrónica.

Eeprom en un sistema de Audio Pioneer.
En los primeros años de la década de los noventa del siglo pasado, surgieron en el mercado los primeros receptores de televisión aprovisionados de un pequeño software alojado en un circuito integrado de memoria electrónicamente borrable, atributo que desde entonces, permite la re-escrituración de sus datos.

Desde entonces, el diseño del programa tuvo un propósito claro el cual consistió en disminuir el número de partes en un chasis de televisión y con ello reducir los costos de producción.

Además de cambiar y revolucionar toda práctica de servicio hasta entonces conocida, el surgimiento del software, propició también una idea sumamente reducida -y sobre todo inapropiada- en el imaginario de importante cantidad de personas que "dedican su vida laboral" a la reparación de receptores de televisión:
 
Cada vez que ésta mayoría enfrenta una avería y sin que importe su origen, parece ser que en su horizonte no existe más opción que no sea la de manipular y/o cambiar los datos contenidos en el Eeprom para "ver qué ocurre".

Con honrosas excepciones, tal conducta es observada en mayor medida en personas carentes de una formación profesional adecuada pero que dentro de la cartera, llevan consigo una tarjeta de presentación que los acredita como "especialistas" en Pantallas de HDTV.

Ese pragmatismo toxificador del ámbito electrónico, manifiesta su verdadera dimensión en los foros de Electrónica en la Internet que son castigados sin misericordia con mensajes de pretendida asistencia técnica, escuetos, repetidos todos los días del año, sistemáticamente y hasta la saciedad:

“Cámbiale el Eeprom”
“Reconfigura la memoria”
“Ajusta los parámetros”
“Resetea la memoria”
“Coloca una memoria virgen”

Aunque contengan cierta dosis de veracidad, en el fondo, desde toda perspectiva, tales mensajes resultan irresponsables considerando que las distintas averías en televisores están inmersas en un universo de posibilidades que día a día aumenta en consonancia con la revolución electrónica.

Los hipotéticos asistentes en los foros de Electrónica, pocas veces o nunca describen la manera apropiada para entrar al SET-UP de un modelo de televisión en particular, incluso, ignoran el procedimiento de navegación en las distintas páginas del mismo.  Tampoco toman el cuidado de advertir  a su alumno sobre los conflictos que la misma práctica suele ocasionar de ejecutarse indebidamente.
 
Algunos partícipes van más lejos: A riesgo de convertir un tópico en un diálogo con tintes cómico-trágicos, invitan a su discípulo a realizar las tareas enunciadas en un receptor que no lleva Eeprom y en más casos -que tampoco dejan de ser infaustos- ni siquiera se dan cuenta que el posible destinatario de tan iluminada asistencia, es un lector común y corriente: el dueño del televisor, el mécanico de la esquina o el peluquero.

En resúmen de cuentas, se entiende -de muy mala forma, por supuesto- que en caso de consulta técnica tocante a receptores de televisión, es suficiente con acudir a la Internet en donde siempre estará presente un renacentista de la Electrónica invitanto a cambiar un Eeprom.

Lo que consejero y discípulo deberían saber acerca de un trabajo de re-configuración, intercambio o reemplazo de un software en receptores de televisión, es que la propia tarea les reclamará el amplio conocimiento de la materia y además, les exigirá un alto sentido de responsabilidad.

En el servicio a televisores de TRC, es una pena que el vasto campo de posibilidades del verdadero profesional deba obnibularse ante la presencia de charlatanes en el siempre pretendido intento de reducir dicho campo a una actividad tan insulsa como la de cambiar un Eeprom.

Por salud de la comunidad de reparadores en el mundo, conservo la esperanza de que la praxis, cambie algún día y de este modo, los foros de Electrónica en la Internet, adquieran la utilidad para la cual fueron hechos.

¡Hasta la próxima semana!